Se trata de un espacio natural protegido situado al borde del mar en el municipio de Los Realejos, en el norte de la isla.
Con una extensión de más de 45 hectáreas, se trata de un enclave con gran valor paisajístico en el que podemos encontrar escarpados acantilados, un palmeral de palmeras canarias, junto a dragos y otras especies vegetales y animales, principalmente aves.
Toda la zona es una área de especial sensibilidad ecológica, razón por la que se ha declarado paisaje protegido.
En el área que comprende esta zona podemos encontrar playas de arena negra y callados, el palmeral, paseos, pequeños miradores y varias edificaciones como la Casona de los Castro (familia que era propietaria del lugar y sus explotaciones), la Ermita de San Pedro, el Fortín de San Fernando o el antiguo elevador de aguas de Gordejuela, una antigua estación de bombeo hidráulica.
A la zona puede accederse desde el Mirador de San Pedro, cerca de la carretera general, o bien desde las inmediaciones de la urbanización La Romántica II del Puerto de la Cruz. El recorrido entre ambos extremos tiene una longitud de casi 4 kilómetros.
Es una zona ideal tanto para dar un pequeño paseo, picnic, admirar la naturaleza, relajarse o hacer trekking.
¿Cómo llegar a la Rambla de Castro?
A través de la carretera TF-5, en el kilómetro 41 aproximadamente, hay un desvío hacia el Mirador de San Pedro con una zona de aparcamientos. En ese punto se puede iniciar la ruta hacia la Rambla de Castro.
El acceso por bus es complicado dado que no hay paradas cercanas. Lo más próximo es bajarse en la parada de San Agustín (situada en la Carretera de San Vicente), e ir caminando unos 400 metros cerca de la carretera hasta la zona de aparcamientos mencionada anteriormente. Por esta parada de bus pasan la línea 330 (que hace una ruta por Los Realejos), la línea 363 (que va del Puerto de la Cruz a Buenavista del Norte), y la línea 546 (del Realejo Alto hasta la Playa del Socorro).
Sin duda, lo más rápido y fácil para aprovechar el día y disfrutar de este entorno, es tomar un taxi desde alguno de los municipios del norte de la isla, pues evitaremos tiempos de espera, y buscar aparcamiento de la zona, que suele ser escaso y tener una alta ocupación.