La Playa de Almáciga es una joya natural que cautiva por su belleza escénica, rodeada de acantilados imponentes.
Se trata de una playa de arena negra ubicada en la localidad de Taganana, en pleno Parque Rural de Anaga y próxima a otras playas icónicas de Tenerife como la Playa de Benijo.
Tiene una longitud aproximada de 300 metros, y unos 35 de anchura.
Suele haber oleaje, y en ocasiones fuertes corrientes, por lo que se recomienda prudencia y permanecer cerca de la orilla sobre todo en días de fuerte oleaje.
Es una playa frecuentada por residentes, surfistas y personas que acampan con sus furgonetas y caravanas. Aunque en los últimos años también es bastante visitada por turistas que están de excursión por Anaga.
Los sonidos del mar, las vistas, los acantilados… es una playa que destaca por su autenticidad y ambiente sereno, alejado del bullicio turístico. Un refugio costero que invita a la contemplación y la conexión con la naturaleza, brindando una experiencia única lejos de las típicas playas masificadas.
¿Qué servicios ofrece la playa de Almáciga?
Se trata de una playa salvaje, por lo que apenas hay servicios, más allá de papeleras o contenedores de basura.
Dispone de zona de aparcamiento en la carretera que hay junto a la playa.
En algunas épocas del año se instala un pequeño autobar.
Para encontrar bares, restaurantes y otro tipo de servicios, hay que acudir a la zona cercana de Roque de las Bodegas.
¿Cómo llegar a la Playa de Almáciga?
Mediante la carretera de Taganana (TF-134), a la que se llega desde La Laguna o del barrio de San Andrés en Santa Cruz de Tenerife.
Al estar en una zona retirada y un poco aislada, una de las mejores formas de llegar es el coche, ya sea propio, de alquiler, o incluso en taxi, tomándolo desde La Laguna o Santa Cruz de Tenerife.
Junto a la playa hay una parada de bus por la que pasa la línea 946, que parte desde Santa Cruz de Tenerife y finaliza su trayecto justo en esta playa.